sábado, 5 de julio de 2014

¡Qué empiece el partido!


La hermosura del silencio que ofrecen las calles cuando hay partido de fútbol. Tras tanto ruido vuelvo a oír mis pensamientos. Los discretos comentarios de forofos escapando por los balcones me informarán si alguien mete gol o hace una falta. Cuando lo privado es público, en público todo es privado.

en la ciudad sin persianas
 todo son cortinas de humo
 para no fumadores”
(del Val, F. Lenguas de hielo)

Desde Leuven, Oude Markt me ha ofrecido las resacas victoriosas de la imbatida Bélgica del grupo H. Me abren los ojos las miradas perdidas por el alcohol, los innumerables vasos de cerveza esparcidos por el suelo, y la enorme creatividad de las belgas para combinar los colores nacionales: zapatos negros, medias amarillas y falda roja. No le puedo explicar a un español como ver un partido de futbol: ir a la zona de bares y pedir la cerveza de la ciudad anfitriona

Antwerp  à
De Koninck
Brugge  à
Brugse Straffe Hendrik
Gent  à
Gentse Strop
Leuven  à
Estela Artois
Mechelen  à
Gouden Carolus
Brussel  à
Lambic (Cantillon Lambik, Lindemans Lambik)

A mi, español rarito, no me gusta demasiado el fútbol. Aún así, envidio en cierta manera a todos aquellos capaces de olvidarse de sus problemas durante un par de horas. Tras ahorrar una inmensa cantidad de dinero a la Federación Española (720.000 euros por jugador en caso de ganar, solo 60.000 si llegaban a octavos); los jugadores de la selección española, más famosos que ambos reyes, (el último, hablo de memoria y sin referencias, coronado el mismo día que España-Chile (0-2)), tendrán que volverse a España cuando acaben sus vacaciones pagadas en Brasil.

Ya que Brasil queda demasiado lejos para el ciudadano medio, es mejor coger un Ryanair a algún sitio que pille más cerca. No se me ocurre mejor alternativa que venir a Bélgica a ver a los Red Devils, que jugarán el día 1 de Julio contra Estados Unidos y, en caso de ganar el día 5 de Julio a las 13.00 contra Argentina. No dudéis que este país con una selección de segunda recibirá con los brazos abiertos a los ciudadanos del país que lo ha ganado todo en estos últimos seis años. Recordad, gorra negra, camiseta amarilla y pantalón rojo. El gorro morado dejadlo en casa que Felipe, hijo de Alberto II, en verano de 2014 no pasa frío. Que disfrutéis del partido, me voy a duchar.

Para más información sobre cervezas belgas:

Para más información sobre fútbol:

Información sobre los Red Devils.

Link sobre los datos de selección

Link sobre Felipe


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